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El favor de Dios 

Alguna vez has escuchado frases como estas: “Si obedeces los mandamientos tendrás el favor de Dios”, “Si pasas más tiempo en la oración Dios te bendecirá más”, “Si ayunas más seguido se abrirán los cielos sobre ti”, “Si haces un pacto con Dios, Dios te garantiza su favor”… 

Estoy seguro que vienen de corazones con buena intensión, de personas que genuinamente quieren que cosas buenas te ocurran. Pero, partiendo de estos principios llegamos muchas veces a preguntarnos cosas como: Y si el favor de Dios me lo tengo que ganar haciendo algo, entonces ¿para que murió Cristo? Si tengo que calificar haciendo ciertas cosas para obtener el favor de Dios, entonces ¿Qué fue lo que Jesús logró en la cruz por mí? 

La verdad es que Jesús lo hizo todo, El cumplió con todos los requisitos para que tú y yo hoy tuviéramos el favor de Dios de nuestro lado con tan solo creer en El y en su obra completa en la cruz. 

En el cristianismo de hoy hay muchas corrientes doctrinales y muchas voces hablando. Unos dicen que solo la obediencia trae la bendición de Dios, otros dicen que solo haciendo pactos con Dios desatará su favor, otros dicen que solo siendo fiel se gana el favor de Dios, y algunos pocos predican que el favor de Dios se obtiene por Fe en Jesús solamente. La pregunta es, ¿Quién tiene la verdad? Yo creo que solo la Biblia tiene la verdad. Veamos algunos versos.

  • Romanos 5:1: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;"
  • 2ª Corintios 5:21: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él."
  • Gálatas 2:16: "sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado."

Creo que debemos filtrar por las escrituras todo lo que escuchamos, ya que por falta de conocimiento el pueblo perece. La Biblia es muy clara y enfática especialmente en las porciones neo testamentarias que la justicia se obtiene por la fe en la obra terminada de Jesús en la cruz del calvario, no por las obras de la ley. La Biblia también es muy acertada en señalar que nuestras obras no nos pueden salvar y mucho menos calificar para recibir de Dios, ya que según Efesios 1:11-14 Nosotros fuimos hechos herederos de las riquezas de Dios y cuando oímos el mensaje del evangelio y creímos en él, fuimos sellados con el Espíritu Santo de la promesa, garantizando nuestra nueva identidad en Cristo y nuestra salvación. 

Durante mucho tiempo estuve encerrado en un laberinto llamado “Calificación”. Lo llamo laberinto porque parece que nunca lograba salir de él. Desde que conocí a Jesús mi corazón se enamoró del Señor, pero rápidamente me encontré con todos estos requisitos que los predicadores me ponían para tener una relación con Dios, comencé a sentir que no era suficientemente bueno, que no era suficientemente fiel, que no era suficientemente santo, porque siempre me quedaba corto al tratar de llegar a los estándares de Dios, no importa que tan duro tratara de ser un hombre íntegro, siempre me quedaba corto en algo. Pero lo más curioso es que comencé a ver y entender que todos mis amigos estaban en las mismas condiciones, y todos nuestros líderes estaban en las mismas condiciones, y comencé a preguntarme ¿Sera que estamos entendiendo y aplicando bien las escrituras? ¿Sera que estamos predicando un evangelio mixto? ¿La gracia de Dios y la ley juntas? ¿El favor inmerecido de Dios a través de nuestra fe y el favor de Dios ganado a través de nuestras obras? 

Rápidamente comencé a entender que aunque no confesamos que vivimos bajo la ley, en realidad vivimos un evangelio fundado en reglas y condiciones (Leyes). Sin querer, confesamos que somos neos testamentarios, pero vivimos bajo el viejo pacto. Es decir, queremos mezclar vino nuevo en odres viejos. 

La verdad es que no podemos calificarnos a nosotros mismos a través de nuestras obras o comportamiento, porque siempre nos quedaremos cortos. Nuestras obras nunca serán suficiente para ganar el favor y la bendición de Dios, siempre habrá algo más que es requerido. Que si no oré lo suficiente, que si no ofrendé lo suficiente, que si no serví lo suficiente, que si no ayudé lo suficiente, que si no ayuné lo suficiente y pare de contar… Siempre nos quedaremos cortos mientras estemos tratando de calificar para tener la bendición de Dios, no solo eso, sino que al hacer eso, estamos menospreciando la obra completa de Cristo en la cruz al tratar de obtener por nuestras obras lo que solo Cristo pudo lograr a través de su muerte y su resurrección. Dios es enfático en declarar que no hay otra forma de pago por nuestra redención que la sangre de su hijo Jesús. Dios no acepta otra forma de pago como propiciación por nuestros pecados o por nuestra calificación. 

Solo CREYENDO únicamente que el sacrificio y la sangre de Cristo son el único pago por nuestra reconciliación con Dios y su favor inmerecido. Nada más. 

Esta declaración entonces nos saca a ti y a mí de la foto. En el antiguo testamento cuando el hombre pecador traía su cordero para ser sacrificado como propiciación por sus pecados lo ponía a los pies del sacerdote en los atrios, el cual inspeccionaba al cordero, no al hombre. El sacerdote se aseguraba que el cordero cumpliera con los requisitos de la ley y así ser sacrificado como expiación por los pecados del hombre. El hombre recibía a cambio la perfección del cordero, mientras el cordero era sacrificado por los pecados del hombre. Eso es exactamente lo que Cristo hizo en la cruz del calvario. Él es nuestro cordero, Él es la propiciación por nuestros pecados, la expiación por nuestra iniquidad. No se trata de que tan perfecto puedas ser tú, sino que tan perfecto es Jesús nuestro cordero, no se trata de tu justicia, sino de la justicia de tu cordero. 

¿Ves? ¿Entonces, que nos queda a nosotros por hacer? 

La Biblia dice que el justo por fe vivirá, la Biblia dice que ya no vivimos nosotros, sino que Cristo vive en nosotros, y lo que ahora vivimos en la carne, lo vivimos por la Fe del hijo de Dios quien nos amó y se entregó asimismo por nosotros. La Biblia también dice que las cosas viejas pasaron y he aquí todas son hechas nuevas. 

Muchas personas me dicen, Pastor… ¿Entonces no hay problema si ando haciendo lo malo? Mi respuesta es. Todo te es lícito, pero no todo te conviene. La gracia de Dios no es una licencia para pecar, es una licencia para VIVIR la vida abundante que Cristo vino a darnos. Cuando eres consciente de tu justicia delante de Dios, entonces tu tendencia será caminar bajo la voluntad de Dios, pero cuando eres consciente de la ley, el pecado y la condenación en ti, entonces tu tendencia será hacer lo malo. En proverbios 23:7 dice: Así como el hombre piensa en su corazón así será su proceder; y en Mateo 15:18-19 dice: Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. 

Debemos renovar nuestra manera de pensar. Creo que el problema del hombre no está en lo que hace, más bien en lo que cree. Si crees incorrectamente, vivirás incorrectamente, pero si crees correctamente, vivirás correctamente. 

Descansa en la obra terminada de Jesús en la cruz, ya deja de tratar de calificarte a ti mismo, pues Jesús es quien te califica. No te conformes a este mundo y su sistema, más bien se transformado a través de la renovación de tu entendimiento por la palabra de Dios, para que compruebes por ti mismo cual es la buena voluntad de Dios, la cual es agradable y perfecta. 

Espero esto te bendiga y te de una nueva perspectiva de la maravillosa vida en Cristo.  No olvides compartirlo!

Jesús dijo: Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.

Pequeños Comienzos 



Las cosas grandes siempre comienzas con algo pequeño, los grandes edificios por ejemplo, se establecen sobre una fundación pequeña en proporción a sus tamaños, por otro lado, las más grandes invenciones comenzaron con pequeñas ideas, y los mayores descubrimientos comenzaron por una pequeña inquietud, un pequeño pensamiento. 

Ver y obtener el producto terminado siempre es más fácil que ver y esperar el proceso por el que ese producto pasa. 

No es diferente en nuestras vidas. Las cosas grandes, de gran valor, de alta estima en nuestras vidas generalmente no llegaron por accidente. Más bien fueron cosas que tuvieron que pasar por un proceso largo y a veces tempestuoso para llegar a ser lo que son hoy. 
El mundo de hoy tiene una agenda, y prácticamente esa agenda ha hecho raíces en nosotros. El consumismo y materialismo han llenado nuestro subconsciente al punto que caminamos, pensamos, tomamos decisiones y hasta nos amoldamos a todo lo que “el sistema” dice. 
Si no tienes una gran casa en el mejor vecindario, entonces no eres importante, si no tienes el carro del año y la mejor marca, entonces no eres tan importante, si no te vistes a la moda, y tus hijos no van a la mejor escuela o universidad, entonces no eres tan importante, si no tienes lo último en tecnología como teléfonos, computadoras, relojes, etc. Entonces no eres tan relevante… 

Muchas personas dejan de soñar, dejan de intentar hacer cosas nuevas y traer sus ideas a la realidad, dejan de hablar y dar sus opiniones porque no creen que sean “grandes cosas” o que no sean tan importantes como las de otros. Pero la Biblia nos dice en Zacarías 4:10, que no debemos desestimar los pequeños comienzos. 
Quizás tu principio haya sido pequeño, pero si le crees a Dios tu final será grande en sobremanera. 

Quizás no tengas los recursos que otros tienen, quizás no tengas la educación que otros tienen, quizás no tengas los contactos que otros tienen, o quizás pienses que no eres tan inteligentes como otros, pero debes dejar de pensar de esa manera, pues esa manera de pensar no proviene de Dios, si no del mundo y su sistema. 

Dios cree en ti, Él te conoce por nombre, El conoce no solo cuantos cabellos tienes en tu cabeza, si no que los tiene enumerados. En otras palabras, cuando se te cae un cabello, Dios sabe que numero de cabello fue el que cayó. Él tiene grandes planes para ti, y quiere que lo mires a Él como fuente de inspiración y creatividad, como fuente de seguridad y aprobación, y no a este mundo y su sistema. 

Así que abre los ojos, extiende tu mirada hacia el horizonte de tu vida y comienza a caminar pues Dios te llevara tan lejos como tus ojos puedan mirar. 
Levántate y créele a Dios! 
  
Pastor Rafael Saracual
La Viña Franklin
308 Jordan Rd, Franklin TN 37067

Decisiones 



La línea paralela entre las consecuencias de nuestros actos. 
  
Sin lugar a dudas todo lo que somos o no somos, todo lo que hacemos o no hacemos, y todo lo que creemos o no creemos, es producto de nuestras decisiones. 

Según la enciclopedia Wikipedia, Una decisión es el producto final del proceso mental-cognitivo específico de un individuo o un grupo de personas u organizaciones, el cual se denomina toma de decisiones, por lo tanto es un concepto subjetivo. Es un objeto mental y puede ser tanto una opinión como una regla o una tarea para ser ejecutada y/o aplicada. 

En términos más comunes, la decisión es una determinación o resolución que se toma sobre una determinada cosa. Por lo general la decisión supone un comienzo o poner fin a una situación; es decir, impone un cambio de estado. 

Cada día debemos tomar decisiones, cada momento nos enfrentamos a la toma de decisiones, y es fundamental entender que cada decisión que tomamos tiene como resultado una consecuencia. No hay decisiones que no tengan consecuencias. 

La Biblia dice en el libro de proverbios: 
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezará tus veredas.”(Proverbios 3:5-6). 

Dios conoce muy bien a lo que nos enfrentamos cada día y provee una cantidad de información muy necesaria que nos ayudará a tomar decisiones más acertadas y de mayor impacto positivo en nuestra vida. 

Creo que estás de acuerdo conmigo en que si tuvieras la oportunidad de volver el tiempo atrás, retrocederías al pasado y tratarías de cambiar algunas decisiones no muy sabias que tomaste, ¿cierto? 

 Algunas  decisiones que te trajeron nefastas consecuencias como: sufrimientos, dolor, enfermedad, heridas, ofensas, odio, rencor, remordimiento, vacío, desesperanza. 

Quiero que sepas que aunque tus decisiones no han sido las mejores, tu puedes venir a Dios y poner todas tus cargas sobre El, porque Él tiene cuidado de ti. El conoce tus debilidades y sabe que quieres ser mejor; así que te ofrece ayuda, su Santo Espíritu y su gran amor con el cual te ha amado aun en los momentos donde no eres tan fácil de amar.
 
Dios te dice de esta manera “Venid a mi todos los que están cansados y trabajados, y yo les hare descansar”. 

Aqui te dejo tres consejos para que tomes desiciones que traigan buenas consecuencias en tu vida:

- Mide las consecuencias (La mayoria de nuestras decisiones generalmente nos dan una panoramica de lo que tornarán a ser las consecuencias)
- Considera quienes seran impactados positivamente y negativamente con tus decisiones. (Hacer esto muchas veces puede ahorrarnos el sufrimiento especialmente de aquellos a quienes amamos)
- Preguntale a Dios. (En oración, pidele a Dios que te de sabiduria pues El da abundantemente a aquel a quien pide, pero creyendo)

Ven a Jesús tal cual como estas, Él es experto en transformar personas como tú y como yo.

Que dices?

Bendiciones!

Pastor Rafael Saracual

No hay problemas sociales... 

Para las familias.

Una de las cosas más difíciles en la vida es sin lugar a dudas tener una vida satisfecha en la relación matrimonial. Las culturas, la educación, el carácter, las costumbres, los hábitos, el pasado, etc. Son factores que influyen en el desarrollo de una relación matrimonial saludable. 

Generalmente para tener un certificado universitario se tiene que estudiar por cierto números de años y haber aprobado los créditos necesarios para obtenerlo. Para tener una licencia de conducir, al menos en Estados Unidos, tienes que estudiar y pasar dos pruebas, una escrita y una de manejo para poder optar a una licencia de conducer. Para poder viajar a otro país debes aplicar para obtener un pasaporte, luego aplicar para obtener una visa si el país a visitar la requiere, y parece ser que para todo hay proceso de calificación, un proceso de aprobación… Excepto para casarse. 

Hoy en día, para obtener una licencia de matrimonio en la mayoría de los países solo necesitas mostrar tu identificación y te dan la licencia. Parece que en este mundo muchas cosas son más importantes y requieren más preparación y calificación que el unirse en sagrado matrimonio , en una unión legal, bajo estatutos legales y estatutos celestiales, una unión para toda la vida con la persona que nosotros consideramos ha ganado nuestro amor, y con la cual hemos decidido compartir nuestras alegrías, nuestras tristezas, nuestras victorias, nuestras luchas, nuestra salud, nuestra enfermedad, en buenos tiempos y en malos tiempos, y con la cual comenzaremos una familia. Que ironías las de este sistema, cierto? 

Parece que las cosas deberían ser diferentes. Hoy en día los índices de divorcios son exorbitantes, tanto en el ambiente secular como en el ambiente cristiano, hoy hay más familias destruidas que familias consolidadas. Todo esto porque simplemente la gente no sabe como estar casado, no sabe como nutrir una relación, no sabe como mantenerse casado. De allí emanan los problemas que azotan a nuestras sociedades actualmente. 
Los hijos crecen sin uno de sus padres o con padrastros, lo que provoca algo llamado “discapacidad emocional”, ya que cada niño o niña necesita de ambos padres biológicos, voluntariamente envueltos en la formación, educación, disciplina y crianza, para desarrollar valores y crecer saludablemente. 

Esta problemática  lleva a las nuevas generaciones a desarrollar problemas de conducta, problemas de sociabilidad, problemas emocionales, problemas de adaptación y hasta problemas psicológicos y psiquiátricos. 

Por consiguiente los hijos desarrollan “comportamientos de escape”, que la sociedad llama: Delincuencia, prostitución, adiciones, vicios, violencia, salvajismo, homicidio, suicidio, apatía, violaciones, rebeldía, y paremos de contar... 

En realidad no existen problemas sociales, lo que existen son problemas familiares, pues la familia es la base de la sociedad, y si las familias están en declive también la sociedad en general estará en declive. 

Lo que hoy somos y muchas cosas que hoy nosotros hacemos, son el producto de la falta de valores, educación, disciplina y formación que NO tuvimos de nuestros padres y necesitamos sanar, perdonar, dejar ir todo aquello que nos marcó, que nos hirió, y que nos causó dolor, para poder darle a nuestras parejas e hijos lo mejor de nosotros y no lo peor de nosotros. Ya que ellos no tienen la culpa de nuestro pasado y no merecen ser víctimas de nuestras heridas. 

Tu que estás leyendo esto y quizás te sientes identificado y quizás te sientes convencido, quiero decirte que Dios cree en ti, aun estas a tiempo de sanar y de aportar un grano de arena y hacer de nuestra sociedad una sociedad mejor al levantar una familia saludable. 

Quizás piensas que tú has contribuido al deterioro de la sociedad al no ser un buen esposo o una buena esposa, o quizás no fuiste un buen padre o una buena madre, o quizás no fuiste un buen hijo o una buena hija, pues quiero que sepas que Jesús es nuestro redentor,  y quiero decirte que Él tiene el poder para recuperar lo que se perdió, para darte lo que el enemigo y el mundo te robo y aunque los años no pueden devolverse, Dios tiene una manera única de llenar tu vida de propósito y satisfacción a tal punto que sentirás que nunca perdiste nada, que todo lo que paso hoy ha servido para tu bien. 

Como dice la Biblia… “A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan para bien”. 

Le darías espacio a Jesus en tu vida hoy?

Que seas lleno de muchas bendiciones!!! 
  

Pastor Rafael Saracual 
La Viña Franklin                                                                                                                                              
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Deja a Dios ser Dios. 

Sin lugar a dudas vivimos en tiempos desafiantes, el sistema establecido en el mundo pide cada día más de nosotros, hay una gran cantidad de cosas y responsabilidades que compiten por nuestra atención… El trabajo, la familia, nuestras parejas, los hijos, los amigos, nuestros planes, nuestros sueños, etc. Parece que todos demandan atención y podemos fácilmente caer en un fenómeno que yo llamo “El síndrome de distribución de atención”. 

Este síndrome se caracteriza por llevarnos a un estado donde vivimos solo para satisfacer las demandas de terceros, y muchas veces lo hacemos bien hasta que llegamos al final de nuestra paciencia, al final de nuestra bondad, al final de nuestra capacidad, al final de nuestra disposición. Es allí donde fácilmente podemos caer en ofensas, perder amistades, desarrollar un rencor por la vida e incluso podemos dejar de amar a muchos, porque aunque no lo expresamos, nuestro corazón se siente usado, agotado, cansado, y asfixiado.
 
La verdad es que queremos estar disponibles para todo el mundo, pero olvidamos que nosotros también tenemos una vida, también necesitamos atención, también necesitamos a ese “alguien” que se interese en nuestras emociones, en nuestro corazón. Hemos tratado de “ayudar” a Dios con todo el mundo que nos olvidamos que nosotros mismos necesitamos ayuda. Y es que no podemos llenar los tanques de otros cuando el nuestro esta vacío. 

Mi consejo para ti hoy es… Establece prioridades. Dios, tu esposa(o), tus hijos, tu trabajo y de alli todo lo demas... Ya deja de tratar de ser Dios “junior” para todo el mundo, la gente siempre tendrá problemas y dificultades, y aunque muchas veces sí podemos ser de ayuda, no todo el tiempo tenemos que serlo. Recuerda que así como Dios es el Dios de tu vida, también Él es el Dios de sus vidas. 

Deja a Dios ser Dios y enfócate en cómo puedes ser más efectivamente útil en las manos de Dios. Muchas veces la manera más efectiva de ayudar a otros es simplemente dejarlos en las manos de Dios, Él sabe cómo cuidar de sus hijos, lo ha hecho contigo, cierto? 

Que Dios te bendiga! 
Si fuiste bendecido o bendecida escribe un comentario al respecto y comparte esto con tus contactos para que ellos también sean bendecidos. 

Pastor Rafael Saracual
La Viña Franklin                                                                                                                                             
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Crisis de Identidad 

Esta mañana mientras me alistaba para salir al trabajo comencé a meditar en una palabra; 

“Identidad” 

La identidad es un conjunto de características propias de una persona que permiten distinguirlos del resto. Es también la concepción que tiene una persona de sí mismo en relación a otros. 

Algo muy común en nuestros días es la “falta de identidad”. Simplemente no sabemos quiénes somos y hemos adoptado identidades prestadas, o hemos simplemente adquirido identidades falsas. 

Queremos pensar como otros piensan, queremos hacer lo que otros hacen, queremos tener lo que otros tienen, hablar como otros hablan y queremos actuar como otros actúan. Nos hemos convertidos en imitadores y en el proceso nos hemos perdido a nosotros mismos, nuestra esencia,  esas características que nos hacen únicos. 

Es por eso que hoy vemos lo que se denomina “Crisis de Identidad”.  Al no saber quiénes somos, Simplemente tendemos a ser alguien más. 

La voluntad de Dios es que nosotros sepamos quienes somos, y para que estamos aquí. 

Me trae a memoria una historia que leí de un águila que fue criada por una gallina, mientras crecía se alimentaba como un polluelo y se comportaba como un polluelo, hacia lo que un polluelo hace. Después de mucho tiempo viviendo una identidad que no era la suya, se encontró con un águila que al verlo le pregunto…. Que haces allí con esas gallinas?  El respondió…  Estoy aquí porque soy una gallina. 

El águila le contesta… Tú no eres una gallina, tú eres un águila, y tu lugar está en las alturas, naciste para volar alto. 

Así muchas personas hoy están viviendo como polluelos, haciendo cosas para las que no fueron creados hacer y viviendo vidas para las que no fueron creados a vivir. 

Lo curioso es que era necesario que alguien que en realidad podía ver la verdadera identidad del águila, le dijera quien en realidad era. A sí mismo, se necesita que alguien que en realidad conoce quien eres, te de las respuestas y defina tu verdadera identidad. 

Ese alguien es Dios. 

Solo El conoce tu valor, lo que eres capaz de hacer, para lo que fuiste creado, solo El conoce tu verdadera identidad y solo toma que vengas a Él para que Él te lo declare

Vendrías a Dios hoy?  Escríbeme tu respuesta abajo, me gustaría orar por ti. 

Pastor Rafael Saracual.

Tiempos de Oscuridad 

Sin lugar a dudas hay momentos en nuestras vidas que se sienten como tiempos de oscuridad, tiempos donde nos hacemos muchas preguntas, pero tenemos pocas respuestas... 

Será posible que algo ocurra? Sanare algún día de esta enfermedad? Me casaré algún día? Llegará a cambiar mi esposo? Llegarán mis hijos a al Señor? Saldré algún día de esta deuda? Por qué a mí? Por qué ahora, cuando todo iba bien? Llegarán tiempos buenos en mi vida? ... Son algunas preguntas que muchos nos hacemos... 

El apóstol Juan en el Nuevo Testamento paso por algo semejante... Después de convivir por más de 3 años con el Señor Jesus, ver milagros, ser testigo de grandes revelaciones y ser parte de los discípulos más cercanos de Jesus, quizás pensó que ese era su momento... Pero después de la muerte y la resurrección de nuestro Salvador, la Biblia hace poca mención del protagonismo de Juan en la historia de la iglesia primitiva... Pedro sin duda era el gran líder, sombreando con su liderazgo a los demás apóstoles. Luego aparece Pablo tomando el centro del escenario y acreditándose más de la tercera parte de todo el Nuevo Testamento con un ministerio generacional que marcó la historia de la iglesia de Jesucristo... 

Pasaron muchos años donde la figura de Juan fue opacado por las grandes hazañas de los grandes apóstoles. Quizás él se haría muchas de las preguntas que muchos de nosotros nos hacemos al ver a otros alcanzar el éxito, lograr cosas por las cuales nosotros estamos aún esperando, o quizás algún sentimiento de celo que tratára de anidarse en su mente por el tiempo de oscuridad que atravesaba... 

Y aunque todo esto son suposiciones, hay algo que si encontramos en la Biblia, y es que Juan en su evangelio se hizo llamar "el discípulo a quien Jesus amaba", una manera muy segura de definir su relación con el Maestro, tambien estaba en su círculo de amigos más íntimo y se le conocía como el Apostol sensible, con un corazón tierno e inclinado no tanto a lo que Jesus hacia, más bien a quién Él era. 

No sabiendo él que aunque vino un tiempo de oscuridad, un tiempo de anonimato, un tiempo de silencio, dice la Biblia en el libro de lamentaciones 3:25 "Bueno es el Señor para los que en El esperan, para al alma que le busca".  Dios le tenía preparado un galardón sin igual. Por su fe, perseverancia, amor y devoción a la fe que profesaba, en el tiempo de oscuridad, de silencio, en el lugar más remoto y quizás las últimas horas de su vida, en la isla de pasmos, Dios  lo saca del anonimato... Y como en los tiempos de antes lo acerca a su regazo y le revela el secreto más grande que jamás se le haya podido revelar a algún ser humano...  El fin del mundo, el libro del Apocalipsis, y la victoria de la Iglesia.

Aunque tu estés pasando por tiempos de oscuridad, quiero que sepas que Dios no se ha olvidado de ti, y si perseveras, continuas creyendo y eres persistente en tu confianza en Él... Dios te sorprenderá de una manera que jamás imaginaste! Te sacara de la oscuridad y te hará luz en tu Generacion. 

Animo! Sigue creyendo, no desmayes, su salvación viene! 

Pastor Rafael Saracual 
La Viña Franklin 
www.laviñafranklin.com

Nuevo comienzo... 

Un nuevo año es siempre una nueva oportunidad para "borrón y cuenta nueva"... 

En la Biblia se habla de un acontecimiento llamado "Jubileo"... Este acontecimiento se daba cada 50 años, y lo que sucedía en ese año era lo que lo hacia tan esperado, tan anhelado... Todas las deudas eran perdonadas, si habías perdido alguna propiedad en ese año tenias el derecho de recuperarla por ley, y había mucho gozo en el pueblo de Israel pues había llagado el año de la redención, el año donde recuperabas todo lo que habías perdido y se te perdonaba cualquier deuda, era el año del "Borrón y cuenta nueva". Te imaginas si sucediera eso contigo? te imaginas si recibes una carta en el correo y cuando la abres te dicen que todas tus deudas han sido saldadas y si perdiste alguna propiedad te la devolverá? Seria un día de gran felicidad, de gran gozo... 

Pues yo tengo buenas noticias para ti! Sabias que Jesucristo es nuestro Jubileo? Cuando Jesus murió en la cruz del calvario hace mas de dos mil años todas nuestras deudas fueron saldadas allí, y todo lo que habíamos perdido se nos fue devuelto en ese evento que fue capaz de dividir la historia en dos. Antes de Jesus nosotros teniamos una gran deuda con Dios, el pecado, y por causa del pecado habíamos perdido algo que vale mucho mas que cualquier tesoro en el mundo, la comunión con nuestro padre celestial y el privilegio de recibir su amor. Jesus vino para hacer "borrón y cuenta nueva" en nuestras vidas y darnos la oportunidad de volver a comenzar. En Jesus hay perdón de pecados, en Jesus hay sanidad para nuestros cuerpos, en Jesus hay salvación para nuestras almas, en Jesus hay libertad sobre nuestras culpas, remordimientos, fracasos, adicciones, y heridas emocionales del pasado. La Biblia llama a Jesus "El redentor".

Jesus es nuestro Jubileo!!! y no tenemos que esperar 50 años como el pueblo de Israel para ver los beneficios de este evento, la Biblia dice en Mateo 28:20b "he aquí Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo" y el en el libro de Hebreos 4:16 "Por tanto acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la la ayuda oportuna." 

Amigo(a) Jesus hoy puede darte un "borrón y cuenta nueva", si le aceptas en tu corazón y confiesas con tu boca que el es tu salvador y que recibes su perdón y salvación sucederá un "Jubileo" en tu vida.   Lo harías? 

Amino, vienen tiempos nuevos!

Pastor Rafael Saracual
www.rafaelsaracual.com
Escribeme a rsaracual@rafaelsaracual.com